martes, 28 de octubre de 2014

Jolie Vogue

Bien se dice que el éxito deja huellas, y qué mejor para comprobarlo que contar las historias de quienes lo han conseguido a fuerza de lucha y sacrificio.
Así pues, me complace anunciar el inicio de un ciclo de videos dedicados a varios empresarios latinoamericanos ( algunas veces serán de otras latitudes…) que nos brindan elocuentes ejemplos del camino a seguir para triunfar en los negocios y en la vida.
Quisiera comenzar rindiendo un merecido homenaje de reconocimiento a la vida y obra de María de Chavez -fallecida a edad avanzada- quien de modesta secretaria se convirtió, con el paso del tiempo, en fundadora y artífice de Jolie de Vogue, una inmensa fabricante de cosméticos con proyección internacional.
Su historia comienza en Barranquilla, puerto del Caribe colombiano, donde nació y quedó huerfana de padre prematuramente, junto con sus tres hermanos. De modo que las circunstancias obligaron a su madre a internarla con religiosas para asegurar su educación básica. Posteriormete, estudió secretariado comercial por un par de años.
Gracias a la recomendación de su cuñado, consiguió su primer trabajo de secretaria en una empresa de cosméticos. Años después, recordaba en una entrevista que sólo tenía dos vestidos que alternaba a diario, lavando uno y luciendo el otro y un par de zapatos que tuvo que hacer reparar varias veces durante los fines de semana(!).
En ese momento, nuestra empresaria en ciernes, tenía solo 17 años y muchas ganas de aprender, circunstancia que aprovechó con su primer jefe, un ingeniero químico que la familiarizó con el proceso de producción de los cosméticos que, en esa época, comenzaban a envasar para la multinacional Revlon.
Así pues, María se dio a la tarea de aprender y estudiar con rigor todo cuanto pudo en ese, su primer trabajo. La empresa iba tan bien que le ofreció un ascenso y entonces tomó la decisión de vivir sola.
Poco después contrajo matrimonio con un joven vendedor de la misma empresa y cuando comenzaron a llegar los hijos, los dos decidieron asociarse y crear su propio negocio.
Con entusiasmo juvenil, abrieron las puertas de una drogueria que a la postre, resultó ser un completo fracaso por su desconocimiento del mercado y escasez de surtido por falta de recuros económicos.
Posteriormente, se asociaron con el Sr Gamboa, propietario de unas formulas para producir cosméticos, lanzando al mercado un lápiz para cejas y se dedicaron de lleno a la promoción y posicionamiento de su producto, no solo en pequeños almacenes, sino en las grandes tiendas en cadena existentes por aquel entonces.
Gracias a este primer logro, su situación económica comenzó a cambiar favorablemente, por lo que convinieron irse a vacaciones a los Estados Unidos con sus seis hijos. El país les gustó tanto que resolvieron quedarse e hicieron los respectivos trámites.
Allí, conocieron un supuesto empresario que les propuso una ambiciosa sociedad en la distribución de respuestos para aviones. Para lograrlo, contrajeron grandes deudas con el objeto de reunir su aporte, pero desafortunadamente todo resultó ser una estafa.
Resignados, regresaron a Colombia, pero dejaron a sus hijos al cuidado de sus dos abuelas.
De regreso, los esperaba otra sorpresa: el Sr. Gamboa, había seguido con la producción y venta masiva de los lapices para cejas, pero sin tenerlos a ellos en cuenta, de manera que, en buenos terminos, disolvieron esa sociedad.
Reuniendo ánimo y fuerzas, despues de semejantes descalabros, emprendieron una nueva etapa en su vida de empresarios: registraron la marca Vogue y comenzaron a preparar esmaltes en ollas de cocina, en su incipiente planta de producción: un modesto garage en un barrio popular de la capital colombiana (Bogotá, DC).
El producto comenzó a gozar de rápida aceptación, pero una vez más, la vida puso a prueba su fibra de empresarios, las clientas lo devolvieron, reclamando su dinero, por su baja calidad. Resultó que le pusieron mucho rapidizante a los esmaltes y estos se endurecieron en el envase.
Llenos de deudas y frente a este nuevo desafío, surgió providencialmente un amigo que les sugirió invertir en la bolsa de valores sus pocos ahorros. El resultado fue tan alentador, que con las ganancias pudieron pagar los casi 120 mil dolares que debían por la fracasada sociedad de repuestos para aviones con el socio estafador.
Pero como dicen por ahí, la vida da revanchas y luego conocieron a una experta en fabricación de cosméticos, a quien contrataron para ampliar su gama de productos, logrando un crecimiento sustancial en variedad y surtido.
Más tarde, por sugerencia de uno de sus proveedores, decidieron lanzar al mercado la linea fina de cosméticos ‘Jolie’, con tanto éxito que estaban dadas todas las condiciones para fundar una empresa de cosméticos en grande.
En 1982, nació ‘Jolie de Vogue’ y siguió creciendo con el paso de los años, disfrutando de excelentes resultados, pero también superando nuevos e inesperados desafíos.
Como, por ejemplo, la irrevocable decisión de Roberto, esposo de María, de retirarse de la sociedad. El quería seguir sus negocios a su manera, porque sintió que ese ambiente no era el suyo, de modo que llegaron a un acuerdo y cada uno siguió su camino, pero sólo en cuestion de negocios, porque seguian siendo la misma inseparable pareja de siempre.
Con el paso de los años, la empresa se consolidó y se impuso sobre competidores como las multinacionales Max Factor, Revlon y Yardley en el mercado colombiano.
Otro de sus grandes logros fue posicionarse a nivel mundial, gracias al patrocinio de Miss Universo, evento anual que atrae millonaria atención y sintonía en los medios de comunicación de todo el orbe.
Igualmente, sus productos traspasaron fronteras y son ampliamente conocidos en varios paises, incluída la Comunidad Europea.
Como era de esperarse, la empresa también tuvo grandes premios y reconocimientos a sus resultados.
A manera de epilogo de esta apasionante historia, quisiera resaltar un aspecto que me parece importante: resulta que por allá, a finales de los noventa, la empresa contrató un estudio de la imagen interna y externa de la organización, llegando a la conclusión de que la empresa era María de Chavez y que sin ella no sería lo mismo. Posiblemente se trata del fenómeno de liderazgo centralizado por largo tiempo.
Muchos años más tarde, acaso recordando ese estudio, y poco antes de fallecer, María de Chávez tomó una trascendental decision: venderle su empresa a L’oreal, otro gigante de los cosméticos, acaso temerosa de que sus hijos – casi todos trabajando en la empresa, y con personalidades muy diferentes entre sí- fueran incapaces de continuar su legado ya que en 2005, estuvieron a punto de quebrarse por una equivocada tentativa de penetrar el mercado de los Estados Unidos en grande.

Claves del éxito de Jolie de Vogue

Jolie de Vogue
Imagen por LaRepublica.co
Y ya para terminar, quiero compartir estos consejos de la propia empresaria:
  • El secreto del éxito es pensar un poco más alla de lo normal, enriquecerse cualitativamente en su area, en lo que le gusta y conoce, y estar muy atentos al negocio.
  • De pronto son las necesidades las que hacen que uno surja, que la persona salga adelante. Creo que si uno tiene todo conseguido, la vida deja de ser apasionante.
  • Hay que trabajar mucho, con tenacidad; si uno se cae, tiene que levantarse inmediatamente y con más fuerza.
  • Hay que tener una idea clara de lo que se quiere hacer, e insistir e insistir, y en la medida como uno lo haga logra su propósito.
  • Hay gente que se desanima y claudica. Eso no, hay que tener espíritu fuerte, y sobre todo, transmitirlo.
Quizás no sobra agregar, para quienes conozcan el significado básico de la -hoy tan popular- Ley de Atracción y el sabio consejo de ‘unir los puntos’, que dio el célebre Steve Jobs de Apple en su memorable discurso a los graduados de Stanford. En las lineas arriba escritas los verán desfilar una y otra vez…

martes, 7 de octubre de 2014

11 películas que todo emprendedor debe ver

Nadie dijo que ser emprendedor es fácil. Un millón de obstáculos pueden estar en tu camino todos los días. Los pesimistas y los problemas presupuestarios pueden ser suficientes para que una persona promedio levante la bandera blanca.
Pero tú no eres una persona promedio: Eres un emprendedor. Eso significa que hasta cuando los tiempos son difíciles, vas a avanzar hacia adelante.
Aun así, todo esto de iniciar un negocio se vuelve muy abrumador; toma un descanso y busca más motivaciones. ¿Y qué mejor que encontrar la inspiración viendo películas? Ya sea una aventura reconfortante, una comedia irreverente o un documental que te haga meditar, una película puede inspirar y motivar al dueño de un negocio. Con eso en mente, aquí hay once películas que todo emprendedor tiene que ver:
1. Red Social (The Social Network)No fue ninguna sorpresa que esta cinta fuera un éxito en taquilla cuando salió en 2010. Después de todo, todos querían ver cómo Mark Zuckerberg pasó de ser un estudiante de Harvard a un joven capaz de lanzar la red social más popular en el mundo.
¿Por qué verla? No tomes en cuenta que estuvo excesivamente dramatizada. La película les da a los espectadores un mejor entendimiento de cómo hacer que una startup tenga éxito al exhibir algunas cualidades como ser flexible y resistente. Cada vez que veo esta cinta me motiva a ser un mejor emprendedor.
2. Éxito a cualquier precio (Glengarry Glen Ross)Basado en la obra ganadora del Pulitzer de Davil Mamet, esta película explora el despiadado mundo de los bienes raíces de Chicago. Mira más de cerca las mentiras y traiciones que la gente soporta sólo para tener éxito en los negocios.
¿Por qué verla? Desafortunadamente, el mundo empresarial puede ser brutal, algo que aprenderás aunque seas un vendedor. Esta película de 1992 ilustra qué tan vicioso puede ser el mundo.
3. Los piratas de Silicon Valey (Pirates of Silicon Valley)Esta cinta fue hecha para la televisión y salió en 1999. Cubre los primeros días del principal centro de tecnología de Estados Unidos y el levantamiento posterior de Bill Gates y Steve Jobs. Esta película, estilo documental, nos da una visión interesante de los fundadores de Microsoft y Apple.
¿Por qué verla? Los emprendedores todavía están buscando inspiración de estos dos icónicos “piratas”. Definitivamente aporta puntos importantes para aprender y tomar en cuenta.
4. Ciudadano Kane (Citizen Kane)
Aunque no seas un emprendedor, tienes que ver esta obra maestra de Orson Wells de 1941. La película toca la vida de un personaje ficticio, Charles Foster Kane, un magnate de la prensa basado en William Randolph Hearst y su búsqueda por la fortuna y el poder. Al final, Kane entiende lo que es de verdad importante en la vida.
¿Por qué verla? Aunque lanzar un negocio exitoso es la meta de cada emprendedor, no es la única meta en la vida.
5. En busca de la felicidad (The Pursuit of Happyness) - sic. The Pursuit of Happiness -Basada en la historia real de Chris Gardner, esta cinta de Will Smith es una de las más alentadoras y motivadoras para los emprendedores. Si no te provoca nada ver a Chris y a su hijo luchar para alcanzar sus sueños, entonces probablemente no estés listo para luchar por tus sueños.
¿Por qué verla? Aunque se quedó sin casa y luchó para proveerle a su hijo, Chris nunca se rindió para conseguir lo que quería. Esa pasión y sacrificio es algo que cada emprendedor debe estar dispuesto a dar.
6. Moneyball: El juego de la fortuna (Moneyball)No tienes que ser un fan del béisbol para disfrutar el papel de Brad Pitt como Billy Beane, el gerente general de los Atléticos de Oakland. Debido a que el equipo no tenía el financiamiento para gastar en los jugadores, Beane tenía que descubrir una manera única para competir.
¿Por qué verla? Beane debía ser innovador. Ésa es una de las cualidades más conocidas de los emprendedores: darse cuenta cómo hacer algo mejor. Beane nunca les hizo caso a los pesimistas ni abandonó su visión.
7. RockyÉsta es otra película que todos deben de ver por lo menos una vez. Sylvester Stallone escribió y protagonizó esta historia sobre Rocky Balboa, un hombre que lucha contra Apollo Creed para ser el campeón de peso completo.
¿Por qué verla? Aunque el mundo te diga que nunca tendrás la oportunidad de ser exitoso, sigue luchando. Ese espíritu competitivo te puede llevar muy lejos. Te reto a escuchar la clásica banda sonora de Bill Conti y no motivarte.
8. El poder y la avaricia (Wall Street)En 1987, el director Oliver Stone hizo a Gordon Gekko (Michael Douglas) uno de los personajes más infames en la historia del cine con su frase “La avaricia es buena”. La película se centra en las decisiones ilegales y poco éticas hechas por Bud Fox (Charlie Sheen) para convertirse en un ricachón como Gekko, un invasor corporativo.
¿Por qué verla? No te vendas únicamente por el dinero. Recuerda, ser un emprendedor no es sólo sobre volverte rico y famoso.
9. Jerry Maguire, amor y desafío (Jerry Maguire)
El protagonista Jerry Maguire (Tom Cruise) lo tenía todo: una gran carrera, muchos amigos y una hermosa prometida. Un día, tuvo una epifanía: Los agentes deportivos no deberían estar buscando más dinero sino una manera de cuidar mejor de sus clientes. Jerry lo pierde todo y se aventura en un viaje para recuperar lo que perdió.
¿Por qué verla? Cuando sigues un sueño, todo lo demás encajará perfectamente tanto en lo profesional como en lo personal. Jerry Maguire aprende eventualmente esta valiosa lección.
10. Enredos de oficina (Office Space)Esta comedia de 1999 de Mike Judge, se enfoca en Peter Gibbons (Ron Livingston), quien eventualmente se da cuenta que odia sentarse dentro de un cubículo y tomar órdenes de su terrible jefe Bill Lumbergh (Gary Cole).
¿Por qué verla? Todo emprendedor odia trabajar para alguien más y a veces puede ir a los extremos para ser despedido: no estoy diciendo que hagas algo así, podrías ir a la cárcel.
11. El lobo de Wall Street (Wolf of Wall Street)
Esta cinta dirigida por Martin Scorsese y que narra la historia del agente de bolsa neoyorkino, Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio), es quizás el mejor ejemplo de lo que la ambición y los excesos pueden hacer con una persona exitosa. Sin embargo, también es destacable la pasión de Belfort y su seguridad en sí mismo y en su trabajo. Por esta razón, tiene un espacio en esta lista.

lunes, 22 de septiembre de 2014

martes, 16 de septiembre de 2014

Recomendaciones para tu primera cita de negocios

Ya tienes tu empresa en marcha, tienes un bueno producto y muchísimas ganas de "comerte el mundo", así de que es hora de salir a gestionar clientes y crear alianzas para potenciar tu modelo de negocios.
Sin importar cuan bueno sea tu producto, a la hora de gestionar relaciones hay muchísimos factores que van a influir en el éxito o fracaso de tu negociación, por ello quiero compartirte hoy una serie de recomendaciones prácticas a tener en cuenta para cuando vayas a reunirte con clientes, proveedores o aliados estratégicos. Toma nota!

¿Cuándo y cómo hablar con el dueño del negocio o con un mando medio?



cita de negocios
Hay momentos en los que es mejor hablar con el director o la/el gerente de la organización y otros, con algún mando medio. Las siguientes son recomendaciones para cada caso:
RECOMENDACIÓN GENERAL: Analiza a la persona. Investiga quién de los dos estudió o trabajó en algún tema afín al tuyo y preferiblemente elige a esa persona para la primera reunión. Eso te ayudará a crear un vínculo y/o una identificación con tu emprendimiento.
  • Cuando NO hablar con un mando medio: Si la recomendación anterior no aplica para un mando medio, es mejor que no te desgastes. La experiencia nos dice que la persona, al no tener poder de decisión y al no sentirse identificada, dilatará el proceso de comunicación. Esto significará para ti, tiempo, dinero (buses, taxis) y expectativas.

  • Cuando SI hablar con un mando medio: Por lo general, si es una persona que asiste a eventos en representación de la organización, si lo has visto como conferencista, si ves que es una persona que ha ganado visibilidad, entonces vale la pena hablar con la persona porque es alguien influyente y cierto poder de decisión en la organización.

  • Cuando SI hablar con el dueño del Negocio: Tomate tu tiempo antes de hablar con la persona. Investiga primero la organización. Si personas que trabajan en ella, o personas que han hecho negocios con ella concuerdan que en últimas se hace lo que el/la gerente diga, entonces no vale la pena desgastarse con un mando medio.


Recomendaciones importantes para una Cita de Negocios



  1. Prepárate: No llegues con una idea. Llega con un proyecto estructurado y con el argumento de lo que será el beneficio o la relación gana-gana para ambas partes

  2. Haz respetar tu tiempo: Si pediste cita con la/el gerente y en el momento de ella te ponen a otra persona, puedes decir: "prefiero re-agendar". Si tienes la reunión en ese momento, entonces corres el riesgo de que no te den otra cita y la cosa se empeora si la persona no tiene poder de decisión. A mi me ha funcionado esa táctica a al final hablo con quien quiero hablar y no con quien me toca.

  3. Inicia la conversación con un "rompe hielos" (preferiblemente con un tema que sepas que le interesa a la persona). Por ejemplo, hoy la persona con la que tenia cita estaba comiendo papaya y conté una anécdota sobre esa fruta, ya eso nos acercó. Romper el hielo ayuda!

  4. Nunca dejes de mirar a los ojos: Eso es signo de autoconfianza y manejo de la situación.

  5. No insistas cuando no hay que insistir: Si ellos no quieren comprar e insistes, estas mostrando el hambre, el desespero! mejor no hacerlo!

  6. Acepta las críticas: No hay nada más "cierra puertas" para alguien que siempre está justificandose. Si aceptas abiertamente las críticas, créeme que lo valorarán!

  7. Si estás de mal genio, bajo de nota o "en la mala", o te inyectas una dosis de buen ánimo o mejor cancela la reunión. La gente siente la "buena/mala vibra" y como la primera impresión es lo que cuenta...

  8. Y siguiendo por esa línea: Cuidado con el aseo de tus manos, tu cara y el cuidado de tus zapatos. Como no te conocen, las personas sin saberlo ponen el filtro de la higiene/pulcritud para medir el tipo de persona con quien hablarán.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Jeff Pearce, no sabe leer ni escribir y es un empresario exitoso

La historia nos muestra una y otra vez que el éxito esta asociado a personas persistentes y decididas con una visión clara que han desafiado todo paradigma para alcanzar sus sueños.

En un post anterior les había compartido la historia de John Paul Dejoria, el Vagabundo que paso a ser Uno de los Hombre más Ricos del mundo, y ahora te invito a conocer el relato acerca de cómo un hombre hizó una gran fortuna sin saber leer ni escribir.

Jeff Pearce - Historia del millonario analfabetaRedacción por bbc.co.uk

A los 17 años, pensando que nadie emplearía a alguien que no sabía escribir su nombre, puso su propio negocio.

Más allá de toda previsión, su negocio tuvo muchísimo éxito.

Comenzó a vivir una doble vida: una, la del triunfante hombre de negocios que le daba trabajo a cuarenta personas. La otra, la del hombre torturado por la ceguera cultural.

Jeff Pearce es un empresario británico que hizo millones, sin saber leer ni escribir.

Dislexia


Comenzó cuando niño, vendiendo ropa de segunda mano en Liverpool y el noroeste de Inglaterra.

La madre comenzó a llevarlo a los mercados donde ella trabajaba para que realizara pequeñas tareas y ganara así algo de dinero, porque debía alimentar a cinco hijos y mantener a un marido alcohólico.

Esto era al margen de la escuela, donde Pearce era víctima de la ignorancia y el desconocimiento que reinaban en los '60 respecto a la dislexia.

"Palabras simples como 'gato' yo no las podía aprender. Las leía y después de diez minutos las deletreaba al revés. La profesora creía que sencillamente era necio y quería hacerme el chistoso, todo porque los chicos se reían. Me ponían un gorro y me dejaban mirando hacia la pared", le cuenta Pearce a la BBC.

Doble vida


Durante toda su vida tuvo que esconder lo que consideraba como un vergonzoso secreto.

Para ocultar su analfabetismo necesitó varios trucos y la ayuda de su fiel esposa, Gina.

Cuando tenía una reunión de negocios, ella lo acompañaba, y cuando llegaba la hora de llenar algún formulario, ella lo salvaba diciendo: "no se preocupen por esto... ustedes sigan hablando mientras yo lo hago", y se lo pasaba cuando sólo faltaba firmar.

Pero eso no era suficiente, pues viviendo una vida de millonarios, se codeaban con contadores, abogados y empresarios.

Y eso implicaba, llevar una vida social.

Cuando salían a comer con amigos, y llegaba el menú, Gina volvía a ser indispensable.

"Ah! Mira Jeff, aquí venden la carne que te gusta... ¿por qué no pides eso?", decía.

Y se hacía cargo de la lista de vinos, diciendo: "Jeff es terrible a la hora de elegir un vino, de manera que lo hago yo".

Pero todo se vino abajo cuando una de sus hijas, una noche, le pidió que leyera un cuento antes de dormirse. "Traté de inventar la historia a partir de las ilustraciones, pero una de ellas se dio cuenta y me dijo que no fuera tonto, que yo no sabía leer".

Él insistió en que sí sabía: pero la niña lo había desenmascarado. Pearce dio las buenas noches, bajó las escaleras y se puso a llorar.

"Habría dado todas mis riquezas en ese momento por ser capaz de leerles un cuento a mis niñas", dice Jeff.

Vida de estafador


Por una parte, Pearce vivía lo que define como el sueño: una casa en la ciudad, automóviles, una casa de campo con establos, caballos y ganado, dinero a manos llenas.

Pero se sentía como un estafador. Al abandonar la escuela, la profesora le dijo que nada le iba a salir bien en la vida, que era un desperdicio y que había sido una pérdida de tiempo enseñarle.

"Esas palabras me acompañaron siempre. Sentía que era un fraude, que nadie que no pueda escribir su nombre podía ser millonario como yo", señala Pearce.

Sin embargo, 1992 se constituiría en su punto de inflexión. La recesión económica golpeaba duro y el banco lo llamó para decirle que no podía seguir auxiliándolo con préstamos.

Pearcelo perdió todo de la noche a la mañana.

"Me senté en la cama, al borde del suicidio y pensé que era mi castigo por ser un estafador: le había dado una vida regalada a mi familia y, de pronto, se la había quitado de debajo de los pies".

La vida nueva


Pearce volvió a los mercados a comenzar desde cero.

Diez años más tarde, se había recuperado y su imperio comercial estaba nuevamente de pie, con unos enormes almacenes en Liverpool.

"Esa vez ya no me sentí un fraude", dice Pearce, "porque recibí un reconocimiento en el trofeo de Minorista Destacado del Año".

Pearce confiesa que, esa noche, de vuelta al hotel donde estaba alojado con su mujer e hijas, en el taxi decidió confesarle a estas últimas su analfabetismo.

Las hijas, ya grandes, recordaban algo muy extraño de la infancia. El papá las sacaba los domingo, tal como otros papás hacían con sus hijos, a comprar golosinas a una tienda.

Pearce también compraba los periódicos del día, al igual que hacían los otros padres, sólo que ellas creían recordar que su papá tenía la costumbre de botarlos a algún basurero cuando no había nadie mirando.

El millonario analfabeto esperó todavía algún tiempo, hasta estar retirado de los negocios, para aprender a leer y escribir.

Hoy planea recorrer escuelas, liceos y universidades para alentar a cualquier alumno en su situación e instarlo con su ejemplo a proyectarse un futuro.

Y ahora ha publicado un libro con la historia de su vida, el que llamó A Pocketful of Holes and Dreams (Un bolsillo lleno de agujeros y sueños).

5 pasos para planear tu día

Bill Gates, Warren Buffett y yo tenemos una cosa en común. Todos tenemos la misma cantidad de tiempo al día: 24 horas para usarlas como queramos. La última vez que revisé, tanto Bill como Warren eran un poco más exitosos que yo. Claro, tienen recursos que yo no tengo, pero dejemos eso de lado y veamos las cosas que tenemos en común.
Les comparto cinco pasos a prueba de fallas que cualquiera puede hacer para planear su día y crecer.
1. Recuerda que mañana comienza hoy. Las personas productivas no permiten que el día termine sin hacer una lista de objetivos que van a cumplir el siguiente día. Ésta es la tarea más fácil que puedes hacer para mejorar tu acción.
Si te das un momento para saber lo que puedes lograr mañana, tomarás mejores decisiones. Si te esperas hasta el día siguiente te encontrarás con cosas que te quitarán tiempo y sabotearán tu habilidad para planear. “Mañana empieza hoy” es una mejor filosofía.
2. Planea tu día alrededor de tus principales resultados en lugar de las tareas que te mantienen ocupado. Ésta es la única razón clave por la que es importante tener tus metas frente a ti. Cada día, tu objetivo debe ser acercarte para lograr una o más metas.
3. Aparta tiempo para estar con otras personas productivas. Nos convertimos en las personas con las que nos asociamos. La mejor forma de obtener información es estando con personas que puedan dártela. No dejes que tu día lo consuman individuos de los que no puedes beneficiarte. Más que nada, esta actividad puede y tendrá un impacto substancial en tu éxito a largo plazo.
4. Adhiere a tu plan una meta que seas capaz de cumplir durante el día. Alcanzar una meta al comienzo del día te motivará y te dará un impulso. Hay que estar enfocados en nuestras actividades más importantes primero, pero dentro de esas actividades pon una como meta que sepas que podrás terminar rápido.
5. Pregúntate ¿qué aprendí hoy y cómo lo usaré mañana? La gente productiva siempre está aprendiendo y buscando formas para adquirir nuevos conocimientos y usarlos.
Estos cinco pasos probados funcionan tan bien que te sorprenderás del impacto positivo que tendrán en tu vida. La realidad es que todos tenemos la misma cantidad de tiempo todos los días. ¿Tú qué haces con esas horas?

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